Hoy es de esos días que es normal echarte en falta. Esos domingos en los que mis noches parecen mucho más largas de lo que deberían, esos domingos en los que tu no estas. ¿Y qué puedo hacer yo más que esperar encadenado a mis aferrados sentimientos? No es una queja, lo prefiero. Vivo sabiendo que me gustas, que te gusto y que con un empujón, un arranque ... todo podría empezar. Eres una mujer, eres una amiga, eres mis anhelos, eres mis deseos, eres mis pensamientos y mis sueños, por que solo te tengo a ti en todos ellos. Aveces me pregunto.. ¿ como habré podido vivir sin ella en mi vida?, ¿ por qué no la habré conocido antes?. ¿Sabes por que? Por que todo tiene su momento y su lugar y nuestro momento es este, dos fuentes de confianza en la distancia y dos grandes volcanes de excitación en privado, en compañía todos nos ven más allá de lo que somos, nos ven como a mi me gustaría ser para ti pero es algo aun imposible, no digo que esta condición pueda ser eterna, pero y si lo es me da igual mientras te pueda mantener en mis brazos almenos una tarde al mes.
Y muchos fallos he cometido, he errado demasiado contigo pero siempre encuentras una buena excusa para perdonarme. ¿Y qué puedo hacer yo para compensar tanta confianza en mi y cariño como para ser perdonado de tantas maneras? Nada, más que estar contigo. Puede que digas que no quieras más que eso, tenerme a tu lado en las buenas y en las malas pero muchas veces siento que no te ofrezco lo suficiente. He vivido demasiado solo, he vivido poco contigo y la he cagado de mala manera al no saber contestarte o decirte las cosas a tiempo.
No podría empezar de cero, no podría volver atrás, no por que sea valiente, soy muy cobarde cuando se trata de ti. Si no por que como estoy ahora es el resultado de una amistad algo sana e insana por partes iguales. Vivimos encadenados a esta amistad como si no tuviésemos suficiente cadena para avanzar el uno para el otro pero, ¿sabes? eso nos ha hecho cogernos de la mano y caminar juntos, caminar pisando fuerte afrontando cada problema sin que nada pueda separarnos. Aveces sacrificamos nuestros enfados, nuestro tiempo y nuestros deseos por cumplir las necesidades del otro pero... aunque aveces sea algo malo para ambos por que alimentamos esos volcanes. Creo que ya no puedes negar que mi volcán solo lleva mi bandera con tu nombre.
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